DIETA HIPOSÓDICA

DIETA HIPOSÓDICA

Un exceso de sal en la alimentación puede elevar la presión arterial, o aún peor, podemos poner en riesgo nuestra salud, en especial la del corazón y los riñones. El sodio es necesario para nuestro organismo, además es uno de los minerales que ayudan a mantener nuestro pH correcto.

Según los especialistas, la dosis diaria recomendable no debe ser superior a 3 miligramos, pero esto no siempre es así, sin darnos cuenta, muchas veces superamos los 10 miligramos y esta medida constituye un nivel peligroso para quien sea hipertenso.

El sodio atrae el agua y como consecuencia, ocasiona una mayor retención de líquidos y por consiguiente aumenta el caudal sanguíneo y finalmente aumenta nuestra tensión arterial. Sabiendo todo esto, el primer paso que deberemos tomar para prevenir la hipertensión con la alimentación será vigilar la ingesta de sal, la cual utilizamos en muchos alimentos y además deberemos vigilar los productos envasados que contienen sodio como aditivo oculto. Un ejemplo de estos productos serían los alimentos desecados con sal, como el bacalao o la carne ahumada, los envasados concentrados como la sopa o las salsas y condimentos como el ketchup y las mayonesas.

Hay una gran cantidad de combinaciones que se pueden realizar con una dieta baja en sodio que ayudará a mantenernos sanos y regularán la hipertensión en el caso de padecerla. Es posible que en principio la comida no agrade tanto y que se encuentre algo insípida, pero es el mejor momento para utilizar especias y hierbas que otorgarán a los platos un gran sabor y salubridad.

Los alimentos bajos en sodio como las verduras, las legumbres, los frutos secos o las frutas son ideales para realizar una dieta hiposódica. Si tienes algún problema de hipertensión, es conveniente realizar una dieta baja en sal para garantizar tu bienestar.

Alimentos que se deben evitar:

  • Alimentos ricos en sodio: Alimentos procesados y manufacturados: aceitunas, sopas de sobre, purés instantáneos, cubitos para preparar caldo o extractos de carne, conservas en general, carnes y pescados curados con sal, ahumados, embutidos, ablandadores de carne, caviar, frutos oleaginosos salados, quesos en general, productos de repostería industrial, preparados salados para refrigerios o tentempiés (patatas chips, cortezas, pipas o frutos secos salados, palomitas, etc.), salsa de tomate tipo ketchup, condimentos salados (mostazas, pepinillos, sal de ajo,etc.), conservas en vinagre.
  • Alimentos que contienen sodio en cantidades moderadas: Congelados vegetales en cuyo procesamiento se utiliza salmuera, zumos de hortalizas envasados, los mariscos, las aguas bicarbonatadas sódicas y las bebidas gaseosas en general.
  • Pan corriente o limitación de su consumo hasta un máximo de 25 g/día: si se desea aumentar su cantidad se hará a base de pan “sin sal”.
  • Sal: No se permite el consumo de sal de adición: sal de cocina y mesa, sal marina, sal yodada, sal de apio.

 Alimentos permitidos:

  • Carnes, aves, vísceras (lengua, riñones, hígado), embutidos sin sal.
  • Pescados frescos de agua dulce o de mar.
  • Huevos.
  • Lácteos: leche, yogures, petit-suisse, cuajada, requesón, queso sin sal.
  • Pan y biscotes sin sal, harina, pastas alimenticias, cereales.
  • Patatas, legumbres, verduras, hortalizas.
  • Fruta natural, en compota, zumos naturales, frutos secos sin sal.
  • Mantequilla, margarina, nata, crema de leche, aceites vegetales, mahonesa sin sal.
  • Azúcar, pastelería casera, helados caseros, chocolate, cacao.
  • Condimentos: pimienta, pimentón, azafrán, canela, mostaza sin sal, hierbas aromáticas.
  • Agua natural o minerales de baja mineralización, sifón o gaseosa.

 

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